Cómo puede una pequeña decisión cambiarte la vida

Decidir es una palabra sencilla de decir, pero para muchos de nosotros, difícil de aplicar.

La toma de decisiones es una de las claves del liderazgo, pues para poder dirigir, antes debemos decidir.

Muchas veces, tomar una decisión nos llena de temor, no queremos equivocarnos y comenzamos a "dar vueltas como perro persiguiendo su cola", procrastinamos o nos ponemos excesivamente perfeccionistas, alimentando la ansiedad y quedándonos en el mismo lugar.

Tomar decisiones no debe ser visto como una de las tareas de Hércules, sino como un paso más en la organización de la vida cotidiana, en los ámbitos personales, laborales, interpersonales. A veces sólo basta con empezar a "anclarnos" en las certezas, observar aquello que ya poseemos y tomar el paso siguiente.

"Anclarse" en la certeza es una decisión, cuando tenemos certezas, nuestra vida fluye y estamos más a gusto y menos angustiado.

¿Decides hoy agradecer por tus certezas?

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